Estaba en puertas de buscar el sueño en la paz de mi cama y me acordé de mi ilustre compañera de bitacora Candela Canalls, hoy no había sido un día interesante, pero e aquí que encontré a Antonio Pedrosa jubilado como yo, casi en estado de romper filas e irme a mi casa. Creo que es un hombre feliz o eso me parece, sobre todo porque tiene mar...¡Que envidia!...hace fotos por el paseo marítimo y es un hombre que cuenta cosas, cosas reales, lo de todos los días y no pasa nada, no siente pudor alguno por ello, es un poco mi alma gemela. Las personas mayores tenemos esa necesidad, pero es porque nadie nos escucha, nadie responde a nuestros escritos; pero realmente, ¿escribimos para alguien? o solamente para releernos y saber que estamos ahí, que aun somos parte de la vida y ella es nuestra compañera, cuando esa capacidad desaparezca entraremos en la demencia senil que todos conocemos, "alzheimer".
No querida y malhumorada "cosa", establezcamos un compromiso, déjanos disfrutar de nuestros recuerdos, de las personas y las cosas que conocimos en un tiempo, déjanos en nuestro lastrado y cansado caminar, deja que lo ultimo que me abandone sean mis recuerdos.
El sueño es como el zumbido de una abeja, es confuso, no sabes que ocurre...
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